jueves, 6 de noviembre de 2008

Me sentí completamente derrotada





Muchos de los que me conocen me han dicho más de alguna vez que soy ñoña, porque se supone soy como buena para el estudio o media matea, cosa que en verdad yo no creo ser. La verdad es que más que ñoña, pienso que soy responsable y nada más. Es que además de ñoña lo único que tengo es que… estudio, porque por otra parte soy muy buena para… digamos que me encanta compartir con mis amigos.
Cuenca he sido una estrella en matemáticas. Cuando era peque la verdad me iba bien, pero esa cosa tan lógica en algún momento me aburrió y desde ese día nos divorciamos. A mi entrada a la universidad y en una carrera como la mía, Periodismo, la verdad es que no pensaba en las matemáticas, pero ahí aparecieron en gloria y majestad. Durante primer año, y aunque yo misma no lo creía pasé aquel ramo de economía sin mayor sobre salto. Es más, recuerdo que para el examen, las notas que había obtenido me alcanzaban para decir: pongo mi nombre y me voy. Con uno pasaba igual. Además debo confesar que nuestro profesor era un amor, increíble. De verdad pienso que era imposible no entenderle y… lo otro es que era bastante guapo, pero mejor lo dejo hasta ahí, el hombre es cura.
Entonces llegamos a segundo año, segundo semestre y aparece este ramo con el siguiente nombre: “Taller de Análisis de Datos”. De algún modo se puede decir que es como economía dos. El asunto es que este ramo lo hace un caballero que ¡Dios nos libre! La verdad es que este ramo me cargó y la única motivación para pasarlo es que: no quiero volver a ver a este caballero ¡Nunca más en la vida! ¿Penoso no?, pero así es.
Primera prueba… me fue decente, e incluso me debería haber ido mejor, de no ser porque a la muy especial de mi persona se le había olvidado sacar un par de cálculos más, lo peor es que me acordé de todo lo que me faltaba a lo que salí de la prueba.
Segunda prueba, y me quedé estudiando hasta las dos de la madrugada, viendo todos los ejercicios y tips que hicimos en clases y las ayudantías. Además estaba escribiendo un trabajo para el mismo ramo, cosa que también me iba a ayudar con el estudio. Debo decir que esto fue ayer. Llego a la U y más encima me di el lujo de enseñarle un poco a un compañero.
Entramos a la sala, el profesor entregó las pruebas y juro que al verla lo único que quería era ponerme a llorar. El muy maldito hizo todos esos ejercicios que casi nunca vimos o que dijo el ejemplo, pero que jamás ejercitamos, así que el resultado de mi prueba estaba a la vista. Nunca, pero nunca en mis 21 años me había sentido tan derrotada, con tal nivel de angustiada y frustración. Jamás me había pasado eso de encontrarme tan nula en una prueba, ni en el colegio. Que sensación más horrorosa. Sin embargo, debo decir que entre las estupidez del caballero y su mariconada con nosotros, porque la verdad es que creo que su único afán en esta prueba era jodernos a todos, al parecer no se dio cuenta y puso uno de los ejercicios propuestos, es decir, un ejercicio de los que manda extra para que ejercitemos. El asunto es que, el que puso en la prueba lo habíamos desarrollado en la ayudantía, así que como él nos permitía usar torpedos en mi desesperación arranqué la hoja de mi cuaderno y lo copié enterito. Finalmente y aún angustiada me decidí y hice otro de los ejercicios. Sé que tengo malos los resultados, pero los procedimientos están bien. Lo hice porque dentro de mi derrota, tenía que mostrar algo de dignidad. Mostrar que si bien, no tengo buenos los resultados, si sé como se hacen los cálculos y así poder obtener algo de puntaje, aunque el rojo no me lo saque nadie.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Miré la 1 y pensé "Woah, me sacaré un siete".


... luego me di cuenta que no tenía idea de qué hablaba la 2; no tenía idea que entraba esa materia.

Hang in there.

Anónimo dijo...

buena narracion... aún no me pasa eso, y espero que no ocurra jamás.. aunque cualquiera esta a la orden del dia con la mala suerte.

Animo prima.. y no te heches a morir jamás, porque si sueltas las riendas del caballo te podrias caer. bessos n.n