miércoles, 12 de noviembre de 2008

¡De Terror!

Lo que contaré hoy no es muy bonito que digamos, pero debido al impacto que generó en mí debo contarlo. Como muchos de ustedes estoy finalizando el semestre, por lo mismo hay harto qué hacer y eso se traduce en cansancio y algo de angustia, por lo menos en mí. Ando sensible, llorona, pero es por las circunstancias, lo que me rodea, las cosas que pasan, gente indeseable, la FAMILIA. Hoy fue de esos días en los que tenía prueba iba todo bien el estudio, pero siempre hay un factor que usualmente y discúlpenme la expresión, te caga toda la onda. No fue tan así, pero al parecer hay gente que casi aborrezco. Lo malo de aquello es que condiciona un poco mi actitud con los otros y parece que ando con un tremendo escudo por delante. Es que ya no quiero más, durante esa noche lagrimeaba a mi madrina diciéndole que por favor me sacara de acá, que quiero estar lejos muy lejos de todo, de todos y de toda la mierda y de toda la gente que lo es. Esto huele a un serio cuadro de stress ¿O no?
Pero vamos al grano –qué palabra no, mis chicas saben por qué me hace reír-. Yo estudiando, conversaciones que no quería y pucheros. Entonces dentro de todo eso escuché las sirenas de los bomberos. En primara instancia no me alarmé. Llegó la hora de salir y por azar, creo yo, sentí olor a como goma quemada y creía que era un incendio cerca, aunque no veía humo por ninguna parte. Salí de mi casa y llegó a la esquina de mi pasaje, el escenario: hay tres negocios -uno es el de mi tía-, el carro de bomberos y los carabineros. Acto seguido desvié mi camino y pensé que algo había sucedido en el negocio de mi tía. Afortunadamente no fue eso, pero el panorama no era nada alentador.
Entonces divisé a mi madre con mi hermanita Victoria, tenían cara de asustadas. Me acerqué, a todo esto el dato clave es que al lado del negocio de mi tía hay una carnicería, y me comentó lo siguiente: “la señora de la carnicería estaba trabajando con la máquina para hacer carne molida y le agarró la mano”. Pueden imaginar la cara de espanto que puse en ese momento, más aún dándome cuenta de que lo poco que vi era parte de la escena.
A mí lado estaba una vecina que vive casi al frente de este negocio y me comenta que se sintió un grito atroz, no era para menos, y que había salido inmediatamente. Ella entró fue de las personas que junto con mi tía y llamaron a todas partes para hacer algo por esta señora, disculpen pero no sé su nombre. Sin haber preguntado nada más, ella siguió conversándome y describiéndome toda la escena, al cual no contaré porque me parece demasiado morboso, más aún que el hecho de haber escrito esto.
El relato siguió y con ello juro que me tiritaron las piernas y creí que me iba a desmayar ¡Fue horrible! Me da escalofríos de sólo recordar lo poco que vi y el relato e mi vecina. Dentro de todo, le dije a esta señora que por qué no llevaban a la afectada al hospital del profesor, ubicado casi al lado de donde estábamos, en el auto de carabineros, ya que la ambulancia brillaba por su ausencia. Los bomberos hacían todo por tratar de reventar la máquina, pero según lo me comentó mi mamá posteriormente, fue imposible y se tuvieron que llevar a la señora con máquina y todo, entre otras cosas más.
Ahora un comentario bien aparte. Los carabineros estaban afuera y no quisieron entrar, no se la pudieron y entonces pensé en que si un día me están asaltando a mano armada y pasan por mí lado, según esto, aunque me esté desangrando van a pasar por mi lado y arrancarán. Me pareció frustrante, en fin. Sólo espero, hay no sé que espero en verdad al historia es horrible, así que de verdad no sé que es lo más adecuado para finalizar, PUNTO.



pd:imágenes, ni pensarloooo!

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